Opciones de inversión en España que permiten obtener Golden Visa

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Existen diversas opciones de inversión en España que permiten la obtención de visados de inversor (Golden Visa). Son visados de residencia que permiten viajar sin limitaciones por el espacio Shengen y no obligan a residir en España, aunque, en caso de querer hacerlo, es posible e incluso habilitan a trabajar.

La opción de inversión más conocida es la inversión inmobiliaria. No obstante, existen otras opciones que pueden llegar a ser tan o más atractivas, como es la inversión en un proyecto de negocio de una empresa española que sea calificado por el Ministerio de Economía español como de interés para el país. El ejemplo más claro de ello es la inversión en una startup del sector tecnológico.

De acuerdo con el último estudio del Instituto de Valoraciones, España lidera la recuperación inmobiliaria del sur de Europa. Dicho Instituto analiza las principales tendencias del sector inmobiliario en Europa, así como sus efectos en el mercado español. España encara 2018 con una tendencia alcista: se prevé que la inversión en real estate siga creciendo por encima del 4 %. La compraventa de viviendas subió el pasado octubre en España más del 25 % respecto al año anterior, según el Instituto Nacional de Estadística. De esta forma, el mercado inmobiliario español ha encadenado 6 meses consecutivos al alza, situándose en zonas metropolitanas cerca de valores máximos tras la crisis. En el análisis realizado por el Instituto de Valoraciones, el crecimiento se produce tanto en viviendas nuevas, donde avanzó casi un 30 %, como en las de 2ª mano, con un alza del 25 %. En consecuencia, la presión compradora ya empieza a traducirse en una escasez de suelo en zonas consolidadas. De cara a 2018, el Instituto de Estudios Económicos (IEE) prevé que la inversión en real estate en España siga creciendo por encima del 4 % gracias, principalmente, a la inversión en vivienda.

De acuerdo con esas estimaciones, está claro que la inversión inmobiliaria en España sigue siendo una opción segura. No obstante, comporta ciertos problemas para el potencial inversor chino. Para solicitar el visado, la compra debe estar materializada e inscrita. Por tanto, el dinero debe haber llegado a España, lo que no siempre es fácil ni mucho menos rápido, en parte debido a las restricciones del gobierno chino para evitar la fuga de capitales del país y, vinculado a ese obstáculo, los controles respecto al blanqueo de capitales a los que están obligados tanto los bancos como las inmobiliarias y los asesores legales españoles. No basta con salvar el control chino sino que debe respetarse el hilo que permite hacer un seguimiento adecuado del capital para acreditar el origen del dinero y cumplir con la normativa europea de prevención de blanqueo de capitales.

Como ya hemos apuntado, existen otras opciones de inversión que evitarían esos obstáculos y demoras, como es el caso de la inversión en proyectos de interés para España, o inversiones en Venture Capital. El primer beneficio es que en tales casos el visado se obtiene con la aprobación del proyecto y la acreditación del capital (sin necesidad de que dicho capital se encuentre ya en España). Por otro lado, el importe puede ser significativamente inferior al medio millón de euros necesario en la inversión inmobiliaria. Así, si una inversión de 250.000 € supone para el proyecto la inyección de capital necesaria para que este salga adelante y dé el espaldarazo definitivo a la startup, dicho importe será suficiente.

Debe valorarse también la posibilidad de que, al tratarse de una inversión en una compañía del sector tecnológico, es posible que el Gobierno chino la autorice y, por tanto, se eliminen las restricciones a la transferencia de capital al exterior, ya que puede considerarse que dicha inversión va a revertir en un beneficio futuro para la economía china, algo que en ningún caso se considera en los supuestos de inversiones inmobiliarias. Todo ello permitirá la obtención del visado de inversor en un plazo menor y disponer de 1 año de margen para poder llegar a materializar la inversión y solicitar la residencia definitiva.

Por supuesto, el inversor en Venture Capital asume riesgos. Por ello es importante una correcta protección de ese Venture Capital.

Entendemos por Venture Capital básicamente el nombre dado al capital de riesgo orientado a las primeras etapas de la vida de la compañía, tales como la fase seedstartup y hasta aproximadamente los primeros 3 a 5 años de vida. Su crecimiento se debe a diversos factores, tanto relativos a la compañía como al inversor:

  • Es una excelente forma de financiación alternativa a los préstamos bancarios.
  • Además de la inyección de capital, hay otros beneficios para los emprendedores, como la señal al mercado de que un tercero observó suficiente potencial como para invertir, una red de contactos y la transferencia de conocimiento de la empresa, ya sea sobre el sector o sobre la gestión de la empresa.
  • La valoración de la empresa parte de un business plan y no de un estado actual. Por lo que si el plan de negocio es realmente bueno, puede conseguir una mayor inversión.
  • La tasa de retorno para el inversor puede ser muy alta y a corto plazo.Los riesgos que generalmente se observan en los proyectos son: que el equipo no sea el ideal, que la idea no se pueda materializar, que aunque se materialice no haya mercado, etc., y su resultado puede ser la pérdida total o parcial de la inversión realizada.
  • Para proteger al venture capital, en la medida de lo posible, de la pérdida de su inversión existen diversas fórmulas legales y de gestión. Por supuesto, la primera medida será elegir un proyecto con referencias y que se encuentre ya en una fase media de desarrollo. Una buena y correcta asesoría a la hora de elegir el proyecto de inversión es esencial, pero existen otras medidas legales y de gestión recomendadas, entre las que destacan:
  • De los puntos anteriores, los 3 primeros apuntan a una serie de ventajas para el emprendedor y, el último, para el inversor. Sin embargo, para conseguir dicha rentabilidad se asumen riesgos.
  1. Crear políticas de transparencia y accountability que permitan un flujo de información económica y de gestión periódica, que deberán de estar incluidas en el pacto de socios.
  2. Incorporar pactos de permanencia y exclusividad para el equipo emprendedor.
  3. Aunque haya pactos de permanencia, siempre puede darse el caso de que uno de los fundadores se retire del proyecto, por lo tanto hay que establecer supuestos detallados de good y bad leaver, que prevean la valoración por la compra de su participación en cada caso.
  4. En el mismo caso del punto anterior, ante la salida de algún miembro del equipo emprendedor, crear cláusulas de confidencialidad, no competencia y no captación.
  5. Establecer el business plan como hoja de ruta y estableciendo hitos medibles en fechas ciertas. De esta forma se puede ver si se han producido desviaciones respecto al mismo que, en caso de ser negativas, puedan permitir al venture capitalsalir de la empresa. Para materializare este punto se necesitará establecer cuando menos 2 cosas:
  6. Put option (opción de venta): que permita al venture capital vender su participación a los fundadores por el mismo precio de su adquisición.
  7. Como es posible que el equipo emprendedor no cuente con la liquidez suficiente para pagar la put option, se deberá reforzar con garantías sobre los activos de la empresa. En contrapartida, si hay desviaciones positivas, se pueden establecer stock options a favor de los emprendedores como una forma de recompensar e incentivar el cumplimiento de los hitos.

Algunas de las fórmulas anteriores pueden ser bastante agresivas y no siempre será posible incluirlas, ya que dependerá de la posición negociadora de cada parte. En cualquier caso, es recomendable ser prudente en su inclusión, toda vez que la relación con el equipo emprendedor es fundamental para que el negocio sea fructífero para ambas partes.